Magdalena Solís

60s, Monterrey, una prostituta llamada Magdalena Solís que fue contratada por dos sectarios hermanos de apellido Hernández, que pretendían ser profetas de los dioses Incas en una muy pobre y aislada pequeña comunidad de Tamaulipas, entre los tres convencieron a sus habitantes de que ella era una diosa Inca y consiguieron que les rindieran tributo tanto económico y sexual a ella y a los sectarios. 

Organizaron orgías y ritos con drogas, muchos de estos en cuevas aledañas a tal poblado, a cambio de todo esto, los sectarios prometieron a la comunidad riquezas y toda clase de tesoros escondidos en tales cuevas. No se sabe con certeza cómo pero Magdalena Solís durante todo esto desarrolló graves problemas mentales y. aunado al hecho de que era fanática religiosa terminó convencida que en verdad era una diosa Inca. 

Fue cuando ella tomó el mando de la secta y los ritos se volvieron más oscuros pues comenzó a sacrificar a sus seguidores, bebiendo su sangre con un cáliz y mutilando sus cuerpos de las maneras más horribles posibles además de extirparles el corazón.

El caso fue tomado como broma por parte de las autoridades locales, pues además de estar muy lejos del poblado no creían la descripción de la escena que a duras penas les había contado un chico que deambulaba por esas cuevas refiriéndose a los sectarios como "vampiros".

Todo cambió cuando al día siguiente mandaron a un oficial a escoltar al chico hasta a su casa pues no se les volvió a ver a ambos con vida después de eso, fue ahí cuando la autoridades se tomaron en serio el caso que terminó en una tremenda trifulca en la pequeña comunidad donde murieron abatidos por las autoridades muchos miembros de la secta fusilados que intentaron oultarse en las cuevas, entre ellos ambos hermanos Hernández, uno muerto por las balas de la policia al resistirse a su arresto y el otro luego de que uno de sus adeptos lo asesinara creyendo que su carne lo protegería del enfrentamiento. La policía decomisó gran cantidad de droga, además de encontrar cuerpos descuartizados en distintas fincas del poblado y cuevas cercanas a este y Magdalena Solís fue arrestada.

Actualmente se le adjudican hasta 15 asesinatos y cargos por fraude, extorsión, crimen organizado, abuso sexual y corrupción de menores y por odo eso fue condenada a 50 años de prisión. Lejos de la naturaleza siniestra de este hecho, se trata de uno de los poquísimos casos de asesinas seriales en México y en Internet no hay tanta información.