miércoles, 27 de mayo de 2020

Km 31

México, Toluca, en el regreso a la Ciudad de México, las curvas se hacen más peligrosas y es necesario bajar la velocidad. De pronto, en medio del camino aparece un niño sin siquiera advertirlo. El contacto parece inevitable: el auto frenta súbitamente, pero resulta insuficiente para evitar el impacto. Horrorizado, el conductor abre la puerta y desciende del vehículo a toda velocidad. 

Sin entender del todo lo que está pasando, busca adelante y detrás del auto al menor que acaba de atropellar, pero su desconcierto es mayúsculo cuando descubre que no hay rastro alguno del accidente.

En estado de shock, el conductor se arrodilla y decide buscar debajo del auto. Enciende la linterna de su teléfono y en medio de una respiración entrecortada, se agacha lentamente para asomarse a la carrocería.

La punta de un zapato infantil que sobresale cerca de una llanta delantera eriza su piel, pero es incapaz de confirmar lo que está mirando. Temblando, esta vez decide agacharse completamente.

Frente a él, aparecen los ojos brillantes de un niño que lo mira fijamente. Hipnóticos como dos enormes platos e inexpresivos, como si se tratara de un objeto inerte, aquella mirada se clava en un interior produciendo desolación y un llanto inexplicable.

En este punto, los distintos relatos toman caminos divergentes: mientras algunos afirman que después de este suceso los conductores están expuestos a sufrir un accidente dado el nerviosismo y su exposición, otros consideran que aquella mirada jamás se olvida y produce un trauma severo por el resto de sus vidas.

Existen otros relatos que dicen que cuando la carretera estaba en construcción dos trabajadores fallecieron en algún tipo de accidente, aunque no se ha encontrado una noticia (porque la carretera tiene demasiados años) esto ya se podría tomar muy en cuenta ya que en la mayoría de las construcciones (si no en todas) siempre ocurren catástrofes donde pierde la vida mas de un trabajador, en fin, se dice que sus almas quedaron en ese tramo de la carretera buscando la paz eterna y estas son logradas ver por varios conductores que transitan de noche, aquí también podríamos mezclar el mito que dice que se necesitan sacrificios en obras para extender su duración.

También se cuenta que aparecen monjas (que habitaron el ex convento) entre las neblinas de la noche asustando a mas de un conductor.

Lo que si se sabe es que algo paranormal pasa ahí y provoca muchos accidentes

YOUTUBER VA AL REAL KILOMETRO 31 (no apto para cardiacos o ...

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