Cuando nació Soslan o Sosryko, el más grande de los héroes Nart, su madre lo sumergió en fuego mágico. El proceso lo volvió inmortal e invulnerable, pero, las tenazas del herrero lo habían sujetado por las rodillas, que se convirtieron en su único punto débil.
Después de muchas aventuras, Soslan finalmente fue derrotado por el celoso Syrdon. Consciente de la debilidad del héroe, Syrdon incitó a los demonios a disparar sus flechas desde debajo del suelo a los cascos de su caballo. Como su amo, el caballo solo tenía un punto débil, en este caso la parte inferior de sus cascos.
Una vez que el caballo cayó, Syrdon invocó al enigmático Barcädžy Calh, la Rueda de Balsæg o Rueda de Corte. La Rueda era una Máquina Pensante, un autómata inteligente y malévolo que tomó la forma de una rueda de metal afilada como una navaja con dientes de acero y llamas brotando de ella. Bajó rodando de los cielos a la Tierra, prendiendo fuego a llanuras y bosques mientras avanzaba con su carga precipitada hacia el Mar Negro. Solo los abedules lograron evitar la ira de la Rueda en llamas. Soslan lo persiguió y lo capturó, pero se le escapó, voló hacia él y le cortó las rodillas, dejándolo muerto. Los hijos del héroe persiguieron a la Rueda de regreso al Mar Negro, pero ya era demasiado tarde. Los Nart lo enterraron mientras moría; su último acto antes de morir fue el empalamiento de Syrdon. El sobrino de Soslan lo vengó rompiendo la Rueda por la mitad.
Balsæg, también conocido como Barsæg, Marsug y sus permutaciones, sigue siendo desconocido. Se ha perdido el conocimiento de su naturaleza, salvo quien es el propietario de la Rueda. En algunos relatos, la Hija del Sol envía la Rueda para matar a Soslan; en otros, pertenece al padre Ojnon, Juan el Bautista. Puede tener su origen como símbolo solar o accesorio en los rituales del solsticio. Finalmente, en algunos relatos, la Rueda se reduce a un mero disco de entrenamiento, aunque muy afilado. Soslan es engañado para que lo rebote en su punto débil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario