miércoles, 16 de septiembre de 2020

Operación LITEMPO

Documentos del gobierno de Estados Unidos recientemente desclasificados, y entrevistas, han arrojado una nueva luz sobre lo que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sabía -y no sabía- sobre los terribles acontecimientos de 1968 en la Ciudad de México.

Winston Scott, el principal hombre de la CIA en esa época en México, era un encantador norteamericano de 59 años, que operaba desde la Embajada de Estados Unidos en Reforma. Los documentos de la CIA, ahora públicamente disponibles en los Archivos Nacionales en Washington, muestran que Scott se basó en su amistad con el presidente Gustavo Díaz Ordaz, el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y otros altos funcionarios para informar a Washington sobre el movimiento estudiantil, cuyas demandas desafiaban el monopolio gubernamental del poder.
Los documentos, dados a conocer aquí por primera vez, muestran que, entre 1956 y 1969, Scott reclutó en los niveles más altos del gobierno mexicano a un total de 12 agentes. Sus informantes incluyeron a dos presidentes de México, y a dos hombres que posteriormente fueron enjuiciados por crímenes de guerra.
El nombre codificado de la CIA para la red de espías de Scott era LITEMPO. Las letras LI representaban el código de la Agencia para las operaciones en México; TEMPO era el término dado por Scott a un programa que, en palabras de una historia secreta de la Agencia, era "una productiva y efectiva relación entre la CIA y un selecto grupo de altos funcionarios en México". Iniciada en 1960, LITEMPO sirvió como "un canal extraoficial para el intercambio de información política selecta y sensible que cada gobierno deseaba obtener, el uno del otro, pero no a través de intercambios de protocolo público".
En los archivos de la CIA, los agentes de Scott eran identificados con números específicos. LITEMPO-1, por ejemplo, era un hombre llamado Emilio Bolaños, sobrino de Gustavo Díaz Ordaz, secretario de Gobernación y presidente en los 60s. Diaz Ordaz era LITEMPO-2. Como su predecessor en los Pinos Adolfo López Mateos, era amigos personales de Scott. Asistieron a la boda con su tercera esposa, en diciembre de 1962, con López Mateos fungiendo como padrino, o testigo principal, en la ceremonia.
En los registros no se revela cuánto pagaba Scott a sus informantes de LITEMPO, pero por lo menos un alto oficial de la CIA pensaba que era excesivo. En una revisión del programa de LITEMPO de 1964, el jefe de Scott en Washington criticaba que "se les paga demasiado a los agentes y sus actividades no son debidamente reportadas". Uno de collegas de Scott dijo que los agentes de LITEMPO eran "poco productivos y caros."

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